El descanso durante la noche es fundamental para rendir en el día, pero debe responder a unos niveles óptimos de confort.

Con edredón , con manta, con sábanas de franela, con la persiana bajada por completo o dejando entrar un pequeño haz de luz por la ventana. Hay tantas formas de descansar durante la noche como personas, pero  en la época más fría del año hay que tener en cuenta la temperatura adecuada para dormir correctamente.

Algunos, duermen con la calefacción encendida, otros sin ningún tipo de climatización, y pero las condiciones ambientales pueden determinar si las características de descanso son las idóneas. << La temperatura ideal para dormir está entre 17 y 22 grados Celsius. Para dormir profundamente, el organismo necesita disminuir unas décimas la temperatura corporal central el indico del sueño, y para ello debe poder ceder algo de calor al medioambiente.>>, explica Javier Puertas, vicepresidente de la Sociedad Española del Sueño.

TEMPERATURA Y SUEÑO PROFUNDO

Si, por ejemplo, el descanso se produce a temperaturas frías, la recuperación del cuerpo durante la noche no será la correcta. << Dormir con sensación de frío y con la temperatura ambiente fría, genera como respuesta del organismo una vasoconstrucción periférica para evitar  que el cuerpo pierta demasiado calor se pierte menos calor, por lo que no descience la temperatura corporal central y el sueño es menos profundo>>, apunta Puertas.

El ambiente térmico afecta la salud humana y puede afectar a nuestro gasto de energía

Del mismo modo, si hace mucho calor y en el ambiente hay unos niveles elevados de humedad, con una sudoración excesiva, por ejemplo dormir con la calefacción a una temperatura alta, también afecta al sueño. En estos casos, la menor diferencia térmica con el entorno repercute en la cesión corporal del calor e impide que la temperatura del organismo sea la idónea para poder tener un sueño profundo.

Las condiciones ideales para dormir en invierno

Un sueño correcto debe responder a unas condiciones concretas y a las características únicas de cada persona ya que, por ejemplo, los niños emiten calor corporal y necesitan temperaturas más suaves y confortables que un adulto. Así, la temperatura para dormir es algo muy particular, sobre todo en condiciones invernales o bajo eventos frío del otoño.

Si por el contrario, debido a la calefacción o el aire acondicionado con bomba de calor, <<que es aun menos recomendable>>, la temperatura registrada en la habitación para dormir se sitúa por encima de los 21-22 grados <<evitará que cedamos calor al medio y hará el sueño más superficial>>, explican desde la Sociedad Española del Sueño.

<< La temperatura ideal para domir está entre 17 y 22 grados Celsius>>

<< En general se puede decir que idealmente la habitación debe ser fresca, pero no fría. Las mantas, edredones y en algunos casos pijamas y calcetines de dormir, generan un colchón térmico que facilita el dormirse sin tener que poner la calefacción. Las abuelas en los pueblos calentaban las sabanas con un braserillo Anes de acostar o se dormián con una bolsa de agua caliente>>, ejemplifica Puertas.

VENTAJAS DE DORMIR CON 15 GRADOS

No obstante , varias investigaciones sugieren que dormir a una temperatura ambiental entorno a los 15 grados y 17º puede tener múltiples beneficios para la salud. Un estudio de la Universidad de Maastricht, asegura que la exposición a esas temperaturas leves de forma regular puede ser un cambio saludable y sostenible para peder peso. Según los autores, ante estos episodios frescos, el cuerpo acelera su metabolismo y la producción de la calor a un 30%, lo que producde un aumento del gasto energético y de las calorías quemadas.>>

<< El ambiente térmico agecta la salud humana y , más específicamente, la exposición frecuente al frío leve puede afectar significativamente nuestro gasto de energía durante períodods de tiempo sostenidos>>, afirmaba Wouter van Marken Lichtenbelt, autor de este trabajo.

Comments (0)

No comments at this moment

Esta web, cuyo responsable es Victoria Descanso, utiliza cookies (pequeños archivos de información que se guardan en su navegador), tanto propias como de terceros, para el funcionamiento de la web (necesarias), analíticas (análisis anónimo de su navegación en el sitio web) y de redes sociales (para que pueda interactuar con ellas). Puede consultar nuestra política de cookies y también nuestra política de privacidad.